viernes, 27 de octubre de 2017

FILOSOFÍA MARIANA Por Manuel Adame


¿A qué mujer no le gusta que le lleven flores?

¿Qué mujer usa un solo vestido?

Quizás Dios para mostrarnos su “amor maternal” tuvo que crear a su Propia Madre; porque sólo la humanidad entiende lo dual; Lo femenino y masculino.

¿Qué madre no ama a sus hijos? ¿y qué hijos no aman a su propia madre?

¿Estará la madre de Cristo tan cómoda en el Cielo, tan contenta y sin mover un solo dedo cuando el mundo sufre cada vez más una desolación?

¡María claro que está preocupada por las almas de la tierra!
¿Podría una madre olvidarse de sus hijos, aun cuando ella no estuviera viva ya en la tierra?

Si Cristo redime al mundo con Propia Sangre, ¿no lleva Él la sangre de María?

JESUCRISTO “se depositó” 9 meses en el vientre de María, ¿no es tiempo suficiente para haber derramado sus dones en Ella? 

Cuando llega Jesús a nuestro corazón, a nosotros nos bastan tan solo tres minutos y ya con eso tenemos para desmayarnos, llorar y ser felices. ¡A Ella, a la Mujer que pisa la cabeza de la serpiente, qué tantos dones no le habrá dejado el Salvador!

¿Puede María hacer que la voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo cambie el mundo? 

¿No fue ella la que pidió ayuda a su Hijo en una boda y cambió los planes divinos, ya que Cristo adelantó el comienzo de sus milagros públicos?

Si María hubiera aparecido más en los Evangelios ¿no le hubiera robado protagonismo al mismo hijo de Dios?

María acunó al Mesías de bebé:  
¡¿Te imaginas esa imagen?!

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