Me llamo Elie Abou Slaybi y soy de Douris, un pueblo de 18.000 habitantes situado a 3 km al sur de Baalbek, en Líbano.
Mi padre falleció en 2020 tras un ataque de coronavirus.
Estoy cursando mi cuarto y último año de estudios en el Seminario de San Jacob en Karm Sadde, y espero convertirme pronto en sacerdote, respondiendo al llamado del Señor y haciendo de mi vida un servicio que le agrade a Dios.
Durante mi servicio pastoral, he notado una gran sed entre los fieles de mi diócesis por la palabra de Dios.
Niños, jóvenes y adultos buscan el camino de la luz y la alegría, en una región llena de desafíos sociales, culturales, económicos y también una zona amenazada por la inseguridad.
Hacerles accesible y comprensible la voz del Señor les ayuda a superar las dificultades cotidianas y les arraiga en esta región en la que se han convertido en minoría.
He tenido el inmenso privilegio de llevar la palabra del Señor a muchos que no son cristianos, y después de acompañarlos se han convertido al cristianismo y ha pedido ser bautizados.
Estoy trabajando para ser un buen trabajador en Su viña. Me esfuerzo por ser un marinero intrépido que no teme al viento. ¡Y con razón, porque el Maestro está a bordo!
Cuento con sus oraciones.
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