viernes, 19 de julio de 2019

LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA y el Diario de Sor Faustina Kowalska Por Manuel Adame


Jesucristo, en sus múltiples apariciones a Sor Faustina Kowalska, le comunicó que por medio de ella deseaba instituir en el mundo la Devoción a su Misericordia.

Sor Faustina tuvo su primera revelación de Jesucristo en su celda, el 22 de febrero de 1931 en su país Polonia.

Una de las afirmaciones de nuestro Señor a la monja polaca es que antes de llegar de nuevo al mundo como juez llegaría como Dios Misericordioso.

Y como era de esperarse, Sor Faustina tuvo muchos inconvenientes, entre ellos la incredulidad y burocracia institucional del Vaticano.

En el Diario de Sor Faustina Kowalska, ella misma describe que no la tuvo fácil; enfermedades, humillaciones, burlas producidas por esa misma incredulidad, fueron los sacrificios que la monja ofrecía a Dios a cambio de la salvación de muchas almas.

Pero una afirmación de EL HIJO DE DIOS a la monja, que quedó plasmada en dicho diario fue:

No te preocupes hija mía, el mundo no es tan fuerte como parece. (1) 

En ese mismo diario, se cuenta que fue el mismísimo Jesucristo quien ordenó al mundo se celebrase su Divina Misericordia el primer domingo después del "domingo de Resurrección". 

Además, (ojo con esto) fue el mismo Jesús quien pidió a Sor Faustina pintara una imagen de Él, así como algunas veces se le aparecía, para que esa misma imagen fuera venerada el día de la Misericordia.

Lo anterior es importante, ya que nosotros los católicos hemos sido atacados por "adorar imágenes", pero si revisan el Diario se podrán dar cuenta que Sor Faustina Kowalska vio a Jesucristo no sólo como en la imagen, sino que; lo vio crucificado, lo vio como niño, lo vio cómo estaba en el huerto de los Olivos, y de igual manera, lo vio de la misma forma a a cuando lo estaban martirizando antes de la cruz. 

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