domingo, 28 de julio de 2019

¿Por qué debemos visitar al Santísimo? Por Mayra Villanueva

Algunos católicos "se dan por bien servidos" con ir de vez en cuando a misa; otros prefieren ser "católicos de eventos sociales", y van a bodas, bautizos, funerales, pero jamás se vuelven a parar en una iglesia.

En uno de los mensajes atribuidos a la Virgen, dicho al parecer el 18 de Junio de 1965, en San Sebastián de Garabandal, España, se indica precisamente que la Virgen lamentó:

“A la Eucaristía se le da cada vez menos importancia”

Siempre, ha sido para los católicos (incluidos sacerdotes y obispos) que un pedazo de pan es EL CUERPO, LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE CRISTO. En otros mensajes atribuidos a videntes de México, Cristo afirma que los sacerdotes al consagrar la hostia han perdido la convicción de que ese es su cuerpo. 

Es que no se trata de "ir a misa", no se trata de "practicar mi religión". La única meta es ENCONTRAR A CRISTO.

Lo anterior, no es una frase hecha, tampoco es un romanticismo inventado. Es una realidad que a continuación intentaré de explicar.

La que esto escribe les puede asegurar que después de una eucaristía se siente paz; después de visitar un sagrario "pasan cosas".

Es objetivo de este escrito "darles pruebas" para motivarlos a visitar a Cristo Eucaristía.

Primero, la gente que está desesperada, cansada física, anímica y psicológicamente; encontrará descanso

Los tristes encontrarán consuelo. Las personas que sienten miedo, angustia, o inseguridad encontrarán la paz.

Basta con que estén de 30 a 45 minutos frente de un sagrario para darle a Jesús sus pesares, ofrecerle una oración, platicar con Él sobre nuestras miserias y problemas de la vida.

Ahí "podemos tirar la cruz" y decirle a Cristo: "cárgala tú que yo no puedo". Él, como gran caballero, te aseguro que te ayudará.

Es un misterio el porqué Cristo quiso quedarse en los sagrarios de todo el mundo, si Él puede manifestarse en cualquier lugar (cielo, tierra e infierno) y a toda hora a quien Él desee.

Es lógico que podemos hacer esta cuestión:

¿Por qué ir al sagrario si podemos encontrar a Dios en la intimidad de nuestro hogar como dice la sagrada escritura?

"Tú, en cambio, cuando vaya a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te compensará". (1)

Pero recordemos El Arca de la Alianza, que además de contener las Tablas de los Mandamientos se podía tener una comunicación directa con Dios Padre.

El pueblo judío vagaba en el desierto, pero Dios Padre les dijo que dedicaran una carpa para que ellos entraran en ella y lo encontrarán por medio de El Arca de la Alianza. 

Pero, ¿no era más fácil para Dios Padre manifestarse al pueblo judío en su creación, como ya lo venía haciendo, que mandar a construir una caja con dos serafines? 

¡Claro!, Dios está en todas partes. Él no necesita de "artefactos" o "intermediarios" pero sabe de nuestra pequeñez. Sabe que somos como las hormigas, que sólo se entienden entre ellas.

Así que ÉL pensó que una simple cajita podría ser nuestra cabina telefónica para entablar una comunicación con Él. Ese tabernáculo sagrado es un tipo de ventana hacia el terreno espiritual. Así, Cristo imita al Padre. 

Cristo es la nueva Arca de la Alianza. El sagrario es ese tabernáculo en donde ahí Cristo cumple su palabra de:

Día a día, hora tras hora, estar con nosotros hasta el fin del mundo.


 (1) Mateo. Capítulo 6, Versículos 1-6, 16-18

No hay comentarios:

Publicar un comentario